Algunas técnicas de entrenamiento pueden ayudar a los ojos a adaptarse a los puntos ciegos o áreas de pérdida de visión.
Por ejemplo, el escaneo es el proceso de entrenar los ojos para navegar alrededor de las áreas de pérdida de visión. Este alienta a las personas a mirar hacia su lado izquierdo y derecho de manera sistemática. Dicho enfoque ayuda a una persona a aprovechar al máximo la visión que le queda.
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Los oftalmólogos también pueden utilizar combinaciones de estímulos visuales y de audio durante el entrenamiento para ayudar a volver a entrenar los ojos, a fin de compensar la pérdida del campo visual o la pérdida de percepción de profundidad.
El entrenamiento del equilibrio o la conciencia espacial pueden ayudar con la pérdida de coordinación o equilibrio.
En el caso de un derrame cerebral, el entrenamiento temprano y frecuente puede dar lugar a cierta recuperación durante los primeros meses después del ictus. No obstante, una investigación del año 2019 afirma que muchos defectos visuales se vuelven permanentes en un alto porcentaje de pacientes.
Fuente: Medical News Today