La adicción a la nicotina se produce cuando surge la necesidad constante de consumir esa sustancia, misma que hace difícil dejar de fumar.
Cuanto más fumas, más nicotina necesitas para sentirte bien. Cuando intentas detenerte, experimentas cambios mentales y físicos desagradables. Estos son los síntomas de la abstinencia de nicotina.
Síntomas
Para algunas personas, el consumo de cualquier cantidad de tabaco puede llevar rápidamente a la adicción a la nicotina. Algunas síntomas de adicción son:
- No puedes dejar de fumar. Has hecho uno o más intentos, pero no has logrado detenerte.
- Tienes síntomas de abstinencia cuando tratas de dejar de fumar. Tus intentos por detenerte han causado síntomas físicos y mentales, como fuertes antojos, ansiedad, irritabilidad, agitación, dificultad para concentrarte, estado de ánimo deprimido, frustración, ira, aumento del hambre, insomnio, estreñimiento o diarrea.
- Sigues fumando a pesar de los problemas de salud. Aunque hayas desarrollado problemas de salud con tus pulmones o tu corazón, no has sido capaz de parar.
- Abandonas las actividades sociales. Puedes dejar de ir a restaurantes libres de humo o dejar de socializar con la familia o los amigos porque no puedes fumar en estas situaciones.
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Prevención
La mejor manera de prevenir el tabaquismo es no consumir tabaco en primer lugar. Si ya fumas, deja de hacerlo. Independientemente del tiempo que hayas fumado, dejar de hacerlo puede mejorar tu salud.
Recuerda que fumar también supone riesgos para la salud de los que te rodean. Las parejas de fumadores que no fuman tienen un mayor riesgo de cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas, en comparación con las personas que no viven con un fumador.
De igual forma, los niños cuyos padres fuman son más propensos a tener asma grave, infecciones de oído y resfriados.
Sabemos que no es fácil, pero puedes romper tu adicción a la nicotina. Si te es muy difícil, consulta a un profesional de la salud. Toma en cuenta que existen muchos tratamientos eficaces disponibles.
Fuente: Mayo Clinic