Una revisión de varias investigaciones concretada en el año 2021 reveló que el embarazo parece estar asociado con un menor riesgo de recaída en las mujeres que padecen esclerosis múltiple (EM).
Diversos estudios muestran que el riesgo general de complicaciones fetales durante el embarazo no es distinto para las personas con EM en comparación con aquellas que no tienen la enfermedad.
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Asimismo, un estudio del año 2019 halló que las mujeres con EM tenían más probabilidades de tener partos prematuros, pero no existe evidencia de que tener EM aumente el riesgo de parto por cesárea o de que se presenten diferencias congénitas.
Si eres una futura mamá con EM, dependiendo de tus síntomas, un médico podría recomendarte medicamentos específicos o posiciones de parto que pueden hacer que tu experiencia al dar a luz sea más cómoda. No obstante, las personas con EM generalmente no requieren cuidados especiales durante el embarazo o el parto.
Pero los problemas de vejiga, intestino, fatiga y marcha (comunes entre todas las mujeres embarazadas) pueden ser peores para quienes padecen EM en comparación con quienes ya experimentan dichos problemas.
Fuente: Healthline
