Practicar las mismas estrategias de estilo de vida que pueden ayudarte a controlar la enfermedad cardíaca también permiten reducir tus posibilidades de desarrollarla.
Los médicos recomiendan entre 30 y 60 minutos de ejercicio la mayoría de los días para lograr un total de 2 horas y 30 minutos cada semana. Consulta a tu médico para asegurarte de que puedes cumplir con tales pautas de manera segura, sobre todo si ya padeces una afección cardíaca.
Dejar de fumar puede ayudar a la salud de tu corazón, pues la nicotina de los cigarros hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que a su vez dificulta la circulación de la sangre oxigenada, situación que puede provocar aterosclerosis.
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Asimismo, controlar el estrés puede ayudar a reducir las posibilidades de sufrir enfermedades cardíacas debido a que el estrés crónico puede contribuir al desarrollo de problemas en el corazón.
Quizás no sea posible realizar todos estos cambios a la vez, y eso está bien. Habla con tu médico sobre cuál de todas estas estrategias tendrá el mayor impacto en este momento. Incluso dar pequeños pasos hacia los objetivos antes mencionados te ayudarán a mantenerte saludable.
Fuente: Healthline