Durante el embarazo, las hormonas no son lo único que cambia conforme se desarrolla un bebé. Los cambios mecánicos en las estructuras de músculos y ligamentos pueden alterar tu centro de gravedad, y el aumento de peso cambia la cantidad de presión que experimentas en diferentes áreas de tu cuerpo.

Incluso tu sistema circulatorio puede estresarse durante el embarazo, lo que provoca problemas como dolor en los tejidos blandos debido a la retención de líquidos.

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El dolor de nervios también es común, el cual se debe a la compresión de los nervios causada por el aumento de peso o la presión del útero. El nervio ciático suele verse afectado al final del embarazo y, en ocasiones, incluso después del parto. Además del dolor, la ciática en las mujeres embarazadas puede provocar síntomas como:

  • Debilidad muscular
  • Pérdida de capacidad funcional
  • Aumento de peso
  • Postura inadecuada

Tales síntomas son el resultado del aumento de peso durante el embarazo y la posición de tu útero y de tu bebé en crecimiento. Estos cambios ejercen presión sobre el nervio ciático, limitando la intensidad de las señales que lo atraviesan. Dichos dolores suelen desaparecer después del parto, pero pueden continuar durante el período posparto.

 

Fuente: Healthline