Un implante dental es un dispositivo metálico que se utiliza para reemplazar permanentemente un diente perdido. El dispositivo suele estar hecho de titanio y se implanta de forma quirúrgica en la mandíbula donde falta el diente.
Un implante dental está diseñado para actuar como raíz del diente y es capaz de anclar dientes artificiales como un puente o una dentadura postiza.
Conoce más: Carillas dentales cosméticas, lo que debes saber
Al día de hoy, existen solo dos tipos distintos de implantes dentales, los cuales incluyen:
- Implantes endóseos: estos implantes se colocan quirúrgicamente en el hueso de la mandíbula.
- Implantes subperiósticos: estos se colocan debajo del tejido de las encías, específicamente encima de la mandíbula. Por lo general, se utilizan para reemplazar varios dientes.
Cabe mencionar que la colocación de implantes dentales es un procedimiento que se considera invasivo, razón por la cual los pacientes reciben sedación durante el procedimiento junto con un anestésico local.
Fuente: Very Well Health