Las opciones de tratamiento para el cáncer de esófago dependerán de la etapa del cáncer, de su ubicación y de otros factores.
Para los tumores en etapa inicial, la cirugía (esofagectomía) puede ofrecer a los pacientes la posibilidad de curarse. Dicho esto, es una cirugía mayor que consiste en extirpar una porción del esófago y volver a conectar el estómago con lo que queda de la parte superior del esófago (o añadir una sección del intestino cuando se extirpa una gran porción del esófago).
La quimioterapia y la radioterapia generalmente se administran antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante) para reducir el tamaño del tumor, pero también se pueden utilizar después de la cirugía para garantizar las células cancerosas restantes reciban tratamiento.
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Para quienes no son candidatos a la cirugía, todavía existen opciones. La quimioterapia con una combinación de medicamentos puede prolongar la vida. La radioterapia se utiliza con frecuencia junto con la quimioterapia, ya sea antes de la cirugía, después de la cirugía o junto con la quimioterapia cuando la cirugía no es posible.
Las terapias dirigidas también pueden ayudar a controlar la enfermedad, por ejemplo, en personas que poseen tumores positivos para HER2 (similar al cáncer de mama). La inmunoterapia incluye una variedad de tratamientos que aprovechan el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer y, en ocasiones, pueden controlar incluso cánceres avanzados.
Asimismo, existen muchos tratamientos que se están estudiando en ensayos clínicos, los cuales ofrecen la esperanza de que habrá mejores tratamientos disponibles en el futuro.
Fuente: Very Well Health