Las enfermedades cardíacas y renales suelen ir de la mano. Existen al menos cinco circunstancias clínicas en las que la enfermedad cardíaca y la enfermedad renal tienden a manifestarse al mismo tiempo:
- Los episodios agudos de insuficiencia cardíaca pueden causar daño renal agudo.
- La insuficiencia cardíaca crónica durante un período prolongado suele producir enfermedad renal crónica.
- El rápido deterioro de la función renal puede provocar insuficiencia cardíaca aguda.
- La enfermedad renal crónica es un fuerte factor de riesgo de enfermedad de las arterias coronarias (EAC), insuficiencia cardíaca y arritmias cardíacas.
- Varios problemas médicos que pueden afectar múltiples sistemas orgánicos, como la diabetes o el lupus, generalmente producen enfermedades tanto del corazón como de los riñones.
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Por lo tanto, si el corazón o los riñones se ven afectados por algún tipo de enfermedad, existe un riesgo relativamente elevado de que el otro órgano también desarrolle problemas médicos. Esta relación general entre las enfermedades cardíacas y renales a veces se ha denominado como síndrome cardiorenal.
No debería sorprendernos que tener la enfermedad en ambos sistemas de órganos sea peor que tener la enfermedad en solo uno. Las personas con insuficiencia cardíaca crónica que además padecen enfermedad renal poseen un riesgo sustancialmente mayor de muerte prematura. Y entre las personas con enfermedad renal crónica, los problemas cardiovasculares acaban provocando un fallecimiento en casi la mitad.
Aunque todavía no se comprenden a fondo las muchas maneras en las que la enfermedad cardíaca puede provocar enfermedad renal, y viceversa, durante los últimos años nuestra comprensión de esta relación ha avanzado sustancialmente, lo que ayudará a desarrollar medidas razonables para reducir el riesgo de que esto suceda.
Fuente: Very Well Health