La vitamina C se ha considerado durante mucho tiempo como un remedio popular para combatir los resfriados comunes. Sin embargo, la ciencia detrás de esta afirmación ha generado debate y controversia.
Aunque no hay evidencia concluyente que respalde la idea de que la vitamina C puede prevenir el resfriado, existen estudios que sugieren que dosis elevadas de esta vitamina pueden ayudar a reducir la duración de los síntomas del resfriado una vez que ya se ha contraído.
Es decir, la vitamina C no impide la infección por el virus del resfriado, pero puede contribuir a una recuperación más rápida.
Conoce más: ¿En qué casos se recomienda consumir vitamina C?
El mecanismo detrás de la eficacia de la vitamina C en la reducción de la duración de los resfriados podría estar relacionado con sus propiedades antioxidantes y su capacidad para estimular el sistema inmunológico.
Sin embargo, es importante considerar que los resultados pueden variar de persona a persona. Algunas personas pueden experimentar una mejoría significativa en sus síntomas de resfriado con suplementos de vitamina C, mientras que para otras puede no tener ningún efecto discernible.
¿Cuánta vitamina C se recomienda tomar?
Las dosis recomendadas de vitamina C suelen oscilar entre 1000 y 2000 mg por día para la mayoría de las personas, y es generalmente seguro dentro de estos límites. Sin embargo, el exceso de vitamina C puede causar malestar estomacal, por lo que es importante no exceder las dosis recomendadas.
Además, es fundamental tener en cuenta que las personas con enfermedad renal deben evitar los suplementos de vitamina C, ya que pueden ser perjudiciales para su salud.
Por otro lado, durante el embarazo, no se recomiendan dosis elevadas de suplementos de vitamina C, ya que su seguridad no ha sido completamente establecida en esta población.
Es importante recordar que una dieta equilibrada y variada suele proporcionar las vitaminas y minerales necesarios para mantener una buena salud. Consumir una variedad de frutas y verduras ricas en vitamina C, como naranjas, kiwis, fresas, pimientos y brócoli, puede ser una forma efectiva de obtener esta vitamina y otros nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
Consulta a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplementación, especialmente en casos de enfermedades crónicas o durante el embarazo.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los estados Unidos
