Para prevenir complicaciones graves y potencialmente mortales, las personas con diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina a intervalos regulares durante el día. Las bombas de insulina eliminan la necesidad de múltiples inyecciones diarias bombeando un suministro lento y constante de insulina a través de un pequeño catéter debajo de la piel.
Las personas con diabetes solían tener que medir sus niveles de azúcar en sangre con glucómetros, lo que significaba pincharse los dedos con una lanceta varias veces al día. Esto se tradujo en varios pinchazos dolorosos en los dedos.
Los monitores continuos de glucosa en sangre (MCG) se han vuelto muy populares entre las personas con diabetes, ya que reducen la necesidad de pinchazos en los dedos.
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Las bombas de insulina reducen la necesidad de inyecciones repetidas, mientras que los MCG reducen la necesidad de pinchazos dolorosos en los dedos.
Los MCG utilizan un pequeño sensor debajo de la piel que mide tus niveles de glucosa cada pocos minutos y envía dichos datos a tu teléfono inteligente. Tales datos se pueden cargar en la nube, donde tú y tu proveedor de atención médica pueden usarlos para buscar patrones en los cambios de azúcar en sangre.
Muchas personas usan MCG junto con múltiples inyecciones diarias, pero el estándar de oro actual en el cuidado de la diabetes tipo 1 requiere del uso de un MCG y una bomba de insulina.
Fuente: Very Well Health