La incapacidad total para orinar, llamada retención urinaria, siempre se considera una emergencia médica. En las personas que se han sometido a una cirugía, el tipo de procedimiento, la anestesia utilizada y los medicamentos posoperatorios pueden contribuir a la retención urinaria. Por lo general, mejora en unas pocas semanas.
Si no puedes orinar, es posible que tengas retención aguda (repentina y grave) o crónica (continua). Ambos tipos de retención pueden presentarse después de una cirugía.
Retención aguda
Los signos de retención aguda incluyen:
- No poder orinar, incluso cuando sientes que lo necesitas.
- Vejiga notablemente llena (en personas delgadas, esto puede lucir como hinchazón abdominal).
- Malestar o dolor en la región de la vejiga.
- Dolor en la parte baja del abdomen, particularmente debajo del ombligo.
No todas las personas que se han sometido a una cirugía experimentan tales síntomas. Si te han operado, es importante que prestes atención a si necesitas orinar y con qué frecuencia.
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Retención crónica
A diferencia de la retención aguda, que significa que no puedes vaciar la vejiga en absoluto, la retención crónica se refiere a otros tipos de problemas que puedas tener. Los síntomas de la retención crónica incluyen:
- Problemas para empezar a orinar (vacilación)
- Un chorro de orina débil o entrecortado
- Sensación de que la vejiga no está completamente vacía
Este tipo de retención no siempre es una emergencia médica. Sin embargo, las personas que retienen la orina incluso después de orinar (lo que se denomina orina residual posmiccional) tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones del tracto urinario, lo que puede causar complicaciones graves.
Fuente: Very Well Health