Las pruebas de función renal son un grupo de pruebas que examinan la función de tus riñones. Estas no se utilizan para diagnosticar insuficiencia renal aguda, pero permiten monitorear si dicha insuficiencia está mejorando o empeorando.

Generalmente, las pruebas de función renal ayudan a determinar qué tan grave es el problema, brindan una idea de cuál es la causa del problema y se repiten para mostrar si los riñones están respondiendo al tratamiento.

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Las pruebas de función renal incluyen las siguientes:

  1. Creatinina: es un producto de desecho producido por la descomposición muscular. El nivel de creatinina en tu sangre brinda una idea de qué tan bien funcionan tus riñones porque estos órganos deben eliminar la creatinina de la sangre. Un nivel superior a 1.21 mg/dL se considera alto y es una indicación de que los riñones no funcionan como deberían.
  2. Nitrógeno de urea en sangre (BUN): los riñones eliminan el nitrógeno de urea, que también se mide en la sangre. Los niveles superiores a 25 mg/dL sugieren insuficiencia renal.
  3. Tasa de filtración glomerular (TFG): este número se calcula en función del nivel de creatinina en la sangre, con un cálculo que toma en cuenta la edad, la altura, el peso y otros factores que explican los cambios individuales anticipados. Una TFG normal debe estar por encima de 90. Una TFG por debajo de 20 generalmente significa que una persona tiene insuficiencia renal.
  4. Análisis de orina: puede identificar sangre, proteínas, infecciones, inflamación y fármacos. Esta información brinda pistas sobre la causa y, en ocasiones, sobre la progresión de la insuficiencia renal aguda.

 

Fuente: Very Well Health