La depresión posparto (DPP) es un trastorno del estado de ánimo que se presenta después del parto. Se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad y desesperación que pueden afectar significativamente la capacidad de una mujer para funcionar y cuidar de sí misma y de su bebé.
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De acuerdo con los expertos en ginecología y obstetricia, la DPP puede deberse a una combinación de factores biológicos, hormonales, psicológicos y sociales. Estos incluyen:
- Cambios hormonales: después del parto, los niveles de estrógeno y progesterona descienden. Estas fluctuaciones hormonales, similares a las que se experimentan antes del período menstrual de la mujer, pueden desencadenar depresión y cambios de humor.
- Historial de depresión: las mujeres que han experimentado depresión previamente, ya sea antes, durante o después del embarazo, poseen un mayor riesgo de sufrir depresión posparto.
- Factores emocionales: las dudas e incertidumbres sobre el embarazo son comunes y pueden influir en el bienestar emocional. Adaptarse a la idea de un nuevo bebé puede llevar tiempo. Los padres de bebés enfermos o de aquellos que requieren estancias hospitalarias prolongadas pueden experimentar tristeza, ira o culpa, lo que puede afectar su autoestima y su capacidad para afrontar el estrés.
- Fatiga: Las exigencias físicas del parto y la posterior recuperación pueden provocar un profundo cansancio. También pueden pasar semanas, e incluso meses, hasta que las mujeres que han tenido cesáreas recuperen su fuerza y energía. El agotamiento persistente puede contribuir a sentimientos de vulnerabilidad emocional y aumentar el riesgo de DPP.
- Factores del estilo de vida: la falta de apoyo de los demás y los acontecimientos estresantes de la vida, como la pérdida reciente de un ser querido, enfermedades familiares o la reubicación a una nueva ciudad, pueden aumentar significativamente el riesgo de DPP. Dichos factores estresantes externos pueden amplificar los desafíos emocionales que enfrentan las nuevas madres durante el período posparto.
Fuente: Health Day
