El síndrome de dispersión pigmentaria se produce cuando el pigmento se despega de la parte posterior del iris (la estructura que le brinda color al ojo) en forma de gránulos. Los fragmentos sueltos flotan en el humor acuoso (el líquido transparente que llena la parte frontal del ojo).

Estas escamas pueden obstruir los canales de drenaje y aumentar la presión intraocular (presión dentro del ojo). La presión intraocular elevada (hipertensión ocular) puede dañar el nervio óptico. Este nervio transmite imágenes visuales desde el ojo hasta el cerebro.

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El síndrome de dispersión pigmentaria suele estar infradiagnosticado porque afecta principalmente a personas de entre 20 y 30 años, edades en las que los problemas oculares no son comunes. Puede existir sin síntomas y generalmente se descubre durante un examen ocular de rutina.

El tratamiento involucra disminuir la presión ocular con medicamentos, tratamiento con láser o cirugía. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden producir resultados positivos.

 

Fuente: Very Well Health