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La postura del niño es una postura ampliamente utilizada en disciplinas como el yoga, la cual ayuda a estirar la espalda y los músculos alrededor de las caderas.

Se sabe que la postura del niño activa la respuesta de relajación (sistema nervioso parasimpático) y desactiva la respuesta de estrés (sistema nervioso simpático), por lo que es ideal para poder manejarlo. A su vez, tales beneficios pueden ayudar a reducir o regular la presión arterial.

En esta postura, lo fundamental es arrodillarse y sentarse sobre las rodillas. Para lograrla, debes inclinarte hacia adelante, manteniendo los glúteos sobre los talones y apoyando la frente en el suelo. Mueve los brazos de modo que queden al lado de las piernas, con las palmas hacia arriba. Inhala y exhala, lenta y profundamente, durante al menos ocho respiraciones.

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Si te resulta difícil apoyar la frente en el suelo, prueba esta variación: Arrodíllate y siéntate sobre tus rodillas con las rodillas ligeramente separadas. Inclínate hacia adelante, cruza los brazos frente a ti en el suelo y apoya la frente en los brazos. Inhala y exhala, lenta y profundamente, durante al menos ocho respiraciones.

Si tienes lesiones o si te preocupa hacer ejercicio, consulta con tu proveedor de atención médica antes de comenzar un programa de yoga.

 

Fuente: Mayo Clinic