Un esguince de rodilla involucra una lesión en uno de los ligamentos que rodean dicha articulación. Existen cuatro ligamentos principales que contribuyen a la estabilidad de la rodilla. Asimismo, existen muchos ligamentos más pequeños que pueden provocar dolor tras una lesión. Generalmente se confunden esguinces y torceduras. Un esguince es una lesión de un ligamento y una distensión es una lesión de un músculo.

Los ligamentos son estructuras que conectan dos huesos. Son importantes para permitir la estabilidad de la articulación y, al mismo tiempo, permitir que la articulación se mueva. En el caso de la rodilla, los ligamentos permiten que esta se doble hacia adelante y hacia atrás pero controlan los movimientos excesivos.

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Los ligamentos colaterales de la rodilla previenen el movimiento excesivo de lado a lado, mientras que los ligamentos cruzados son importantes tanto en la estabilidad rotacional como hacia adelante y hacia atrás.

Los síntomas más comunes de un esguince de rodilla son dolor e hinchazón. Por lo general, después de que las personas se lesionan la rodilla y dañan los ligamentos, muestran síntomas inmediatos. En ocasiones, tales síntomas empeoran durante las primeras 48 horas y después se disipan gradualmente, según la gravedad de la lesión.

Los síntomas más comunes de un esguince de rodilla incluyen los siguientes:

  1. Dolor de rodilla
  2. Hinchazón de la rodilla
  3. Rigidez de la articulación
  4. Inestabilidad/cedimiento/pandeo

 

Fuente: Very Well Health