Los carbohidratos, las proteínas y las grasas son los macronutrientes que aportan energía al cuerpo y lo ayudan a realizar funciones esenciales. Los carbohidratos, en particular, son la principal fuente de combustible del organismo.
Los carbohidratos vienen en múltiples formas, incluyendo almidones, azúcares y fibra. Todos los carbohidratos, excepto la fibra, se descomponen en glucosa en el cuerpo.
La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a transportar la glucosa desde el torrente sanguíneo hasta las células del cuerpo, donde la glucosa se puede utilizar como energía.
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No obstante, cuando se tiene diabetes tipo 2, que representa entre el 90% y el 95% de los casos de diabetes, el cuerpo no puede eliminar de forma eficaz la glucosa del torrente sanguíneo. Esto da lugar a niveles elevados de glucosa en sangre.
Tales niveles altos de glucosa sanguínea hacen que el páncreas produzca más insulina. Con el tiempo, tu páncreas puede desgastarse y producir poca insulina.
Si tienes diabetes, es recomendable prestar mucha atención a lo que comes, especialmente a los tipos y la cantidad de carbohidratos que incluyes, a fin de ayudar a controlar tus niveles de glucosa en sangre.
Hacerlo también evitará aumentos y disminuciones bruscos en tus niveles de glucosa sanguínea y reducirá tu riesgo de complicaciones a largo plazo.
Fuente: Healthline