El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. A lo largo de los años, han surgido muchos mitos y malentendidos sobre la transmisión, los síntomas y las formas de prevenir esta enfermedad.

Es importante conocer las realidades sobre esta infección vírica para adoptar medidas efectivas que ayuden a protegernos. A continuación, desmentimos algunos de los mitos más comunes.

Mito 1: El dengue sólo afecta a personas que viven en áreas rurales

Realidad: El dengue puede afectar tanto a personas en áreas rurales como en zonas urbanas. De hecho, los brotes de esta enfermedad son comunes en ciudades densamente pobladas, donde las condiciones de vida pueden facilitar la proliferación de mosquitos. Los mosquitos Aedes aegypti tienden a vivir cerca de las personas, por lo que cualquier comunidad, rural o urbana, está en riesgo si no se toman medidas de prevención adecuadas.

Mito 2: El dengue se transmite de persona a persona

Realidad: El dengue no se transmite directamente de persona a persona, sino a través de la picadura de un mosquito infectado. Cuando un mosquito pica a una persona con dengue, adquiere el virus, y al picar a otra persona, puede transmitirlo. Por tanto, el control de los mosquitos es fundamental para frenar la propagación de la enfermedad.

Mito 3: Sólo las personas con sistemas inmunológicos débiles contraen dengue

Realidad: El dengue puede afectar a cualquier persona, independientemente de su estado inmunológico. Si una persona es picada por un mosquito infectado, puede contraer la enfermedad. No obstante, las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como los adultos mayores o aquellos con condiciones crónicas, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar formas graves de este padecimiento.

Mito 4: El uso de insecticidas es suficiente para eliminar el riesgo de dengue

Realidad: Aunque el uso de insecticidas puede reducir la población de mosquitos, no es suficiente para prevenir el dengue por completo. Es crucial adoptar un enfoque integral que incluya eliminar los criaderos de mosquitos (agua estancada en recipientes), usar repelentes, instalar mosquiteros en ventanas y puertas, y educar a la comunidad sobre la prevención.

Mito 5: Las personas sólo pueden contraer dengue una vez en la vida

Realidad: El dengue es causado por cuatro serotipos diferentes del virus (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). Esto significa que una persona puede contraer dengue hasta cuatro veces en su vida, una vez por cada serotipo. Cada vez que se contrae esta enfermedad, se desarrolla inmunidad contra ese serotipo específico, pero aún se puede estar en riesgo de infectarse con otro serotipo.

Mito 6: Beber agua de papaya o usar remedios caseros cura el dengue

Realidad: No existen pruebas científicas que respalden que el agua de papaya u otros remedios caseros curen el dengue. El tratamiento principal se centra en el control de los síntomas, como la fiebre y el dolor, a través de medicamentos, hidratación adecuada y reposo. Es fundamental consultar a un médico y evitar la automedicación con remedios caseros no comprobados.

Mito 7: Si no hay mosquitos visibles, no hay riesgo de dengue

Realidad: Los mosquitos Aedes aegypti son pequeños y pueden ser difíciles de detectar. Además, suelen picar durante el día, especialmente en las primeras horas de la mañana y al atardecer. Es posible que no se vean muchos mosquitos en el entorno, pero aún así puede haber un riesgo latente. Por eso, es fundamental mantener las medidas de prevención en todo momento.

Mito 8: Las personas que viven en climas fríos no están en riesgo de dengue

Realidad: Aunque el dengue es más común en climas tropicales y subtropicales, los brotes pueden ocurrir en regiones más frías si hay condiciones favorables para la reproducción de los mosquitos, como agua estancada en ambientes cálidos. Además, el cambio climático y el calentamiento global están ampliando las zonas donde los mosquitos pueden prosperar, aumentando el riesgo en áreas que antes no eran afectadas.

Conoce más: ¿Cómo identificar los síntomas del dengue a tiempo?

Así que ya lo sabes, la mejor manera de prevenir este padecimiento es tomar medidas proactivas, como eliminar los criaderos de mosquitos, usar repelentes, cubrir el cuerpo con ropa protectora y buscar atención médica de inmediato si aparecen síntomas.

Informarse adecuadamente puede marcar la diferencia en la lucha contra el dengue. Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud.

 

Fuente: CDC