Ciertas actividades propias de las vacaciones presentan un mayor riesgo de sufrir picaduras. Cualquier actividad al aire libre, como caminar, acampar, nadar, jugar golf y trabajar en el jardín, aumenta la exposición a los insectos que causan picaduras.
Si vas a caminar o a andar en bicicleta, usa ropa protectora (pantalones y mangas largas, zapatos y sombrero) y permanece en caminos transitados. Comer o beber al aire libre también atraerá insectos que pican. Las avispas amarillas, las avispas papeleras y los avispones se sienten atraídos por la carne y los alimentos dulces, así como por las bebidas. Los insectos que pican con frecuencia se encuentran cerca de botes de basura, picnics y parrilladas. Beber de latas o botellas abiertas es especialmente peligroso porque un insecto puede volar dentro del recipiente y provocar una picadura en la lengua o la garganta.
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La mayoría de los insectos que pican actúan a la defensiva cuando sus nidos se ven amenazados. Si te encuentras con un nido, aléjate lentamente, sin hacer movimientos bruscos. Si han salido muchos insectos y empiezan a picar, huye cubriendo tus ojos, boca y nariz, ya que los insectos que pican tienden a apuntar a la cara.
Fuente: Health Day