El ejercicio regular es bueno para algo más que la cintura, ya que puede reducir el riesgo de enfermedad renal crónica. Asimismo, puede reducir la presión arterial y mejorar la salud del corazón, dos aspectos clave para prevenir el daño renal.
No es necesario correr maratones para obtener los beneficios del ejercicio. Caminar, correr, andar en bicicleta e incluso bailar son excelentes para la salud. Busca una actividad que te mantenga ocupado(a) y diviértete. Será más fácil llevarla a cabo y obtener excelentes resultados.
Conoce más: La importancia de la hidratación durante el ejercicio para mantener tus riñones sanos
Por otra parte, las personas con diabetes o con alguna enfermedad que causa niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre, pueden desarrollar daño renal. Cuando las células del cuerpo no pueden utilizar la glucosa sanguínea, los riñones se ven obligados a trabajar más duro para filtrar la sangre. Con el paso de los años, esto puede provocar daños capaces de poner en peligro la vida.
No obstante, si puedes controlar tus niveles de azúcar en sangre, reducirás el riesgo de sufrir daños. Además, si el daño se detecta a tiempo, un médico puede tomar medidas para reducir o prevenir daños adicionales.
Fuente: Healthline