La mayoría de los alimentos de origen vegetal, incluidas las frutas y verduras, producen compuestos básicos (alcalinos) después de la digestión, lo que lleva a un aumento neto de los niveles de pH de la sangre. Por lo tanto, tales alimentos se denominan alimentos alcalinos.
En contraste, la mayoría de los productos animales y los cereales, consumidos en grandes cantidades en las dietas occidentales, tienden a producir ácido y disminuir los niveles de pH de la sangre después de metabolizarlos. Estos se denominan alimentos ácidos.
Los riñones contribuyen a mantener los niveles de pH de la sangre mediante la excreción de ácidos y la reabsorción de bases. No obstante, los riñones solo pueden excretar una cantidad limitada de ácido para mantener el pH del cuerpo, y un mayor consumo de alimentos productores de ácidos puede perjudicar potencialmente la función renal.
Una dieta productora de ácidos (con un alto contenido de productos animales) puede ser perjudicial para los riñones, y una que produce bases (con un alto contenido de frutas y verduras) es saludable para los riñones.
Algunos trabajos han sugerido que la reducción de la acidez de la dieta mediante el uso de bicarbonato de sodio oral puede retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica. Sin embargo, se requiere más investigación para comprender mejor el papel de la carga ácida de la dieta en la prevención y el control de la enfermedad renal crónica.
Fuente: Medical News Today
