A medida que la piel envejece, esta suele aflojarse y comenzar a caerse en las esquinas y los bordes de los ojos. Los depósitos de grasa también pueden comenzar a moverse, creando una apariencia hinchada debajo de los ojos.

La blefaroplastia es un tipo de cirugía estética que corrige los defectos antes citados, mejor conocidos como párpados irregulares. Es uno de los procedimientos estéticos más comunes.

Durante esta intervención quirúrgica, el cirujano elimina el exceso de grasa, músculo o piel alrededor del área de los ojos, tensando el área para que estos luzcan más simétricos y pueda conservarse una apariencia más juvenil.

Un cirujano también puede realizar el procedimiento para eliminar la piel que obstruye la visión de una persona. Cabe mencionar que la blefaroplastia no afecta las cejas ni aclara las ojeras.

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Concretamente, el procedimiento puede corregir:

  • La piel que cae o que se despliega e impide una visión normal.
  • La piel flácida alrededor del párpado superior que crea un pliegue antinatural.
  • Los depósitos de grasa debajo de la piel del párpado.
  • Las ojeras debajo de los ojos.
  • Los párpados inferiores caídos que revelan blanco debajo del iris coloreado.
  • Piel sobrante en el párpado inferior.

Después de la cirugía, la persona puede experimentar hematomas e hinchazón temporales. Algunos otros riesgos incluyen los siguientes:

  • Sangrado
  • Infecciones
  • Una reacción alérgica a la anestesia
  • Cicatrices

Con menor frecuencia, el procedimiento puede causar conjuntivitis crónica (inflamación de una parte del ojo) o hinchazón que dura más de tres meses.

Si tienes más dudas respecto a la blefaroplastia, consulta a un oftalmólogo.

 

Fuente: Medical News Today