Aunque el cáncer de mama es más común en mujeres mayores de 50 años, las mujeres jóvenes no están exentas de riesgo. Aunque la incidencia en este grupo es menor, cuando el cáncer de mama se presenta en mujeres jóvenes, suele ser más agresivo y avanzado en el momento del diagnóstico.

Por eso, es importante que las mujeres más jóvenes también estén informadas y atentas a los factores de riesgo que pueden influir en su salud mamaria.

Factores de riesgo en mujeres jóvenes

  1. Antecedentes familiares. Uno de los factores más importantes es tener familiares cercanos (madre, hermana o hija) que hayan sido diagnosticadas con cáncer de mama, especialmente si el diagnóstico ocurrió antes de los 40 años.
  2. Mutaciones genéticas. Las mujeres que heredan mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 no sólo tienen un mayor riesgo de cáncer de mama, también pueden desarrollar la enfermedad a edades más jóvenes. Existen pruebas genéticas para mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama o de ovario.
  3. Densidad mamaria. Las mujeres jóvenes tienden a tener tejido mamario más denso que las mujeres mayores. El tejido mamario denso puede dificultar la detección del cáncer en mamografías y también está asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
  4. Hábitos de vida. Aunque no es exclusivo de las mujeres jóvenes, ciertos hábitos de vida pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. Entre estos se incluyen el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, una dieta rica en grasas saturadas y la falta de actividad física.
  5. Uso de anticonceptivos hormonales. Algunos estudios han sugerido que el uso prolongado de anticonceptivos hormonales, como la píldora, podría estar relacionado con un aumento del riesgo de cáncer de mama en mujeres jóvenes. Sin embargo, este riesgo disminuye después de dejar de usar estos anticonceptivos.
  6. Exposición a la radiación. Las mujeres que han recibido tratamiento con radiación en la zona del pecho (como en casos de linfoma de Hodgkin) antes de los 30 años tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama en la vida adulta.

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La importancia de la autoexploración y la detección temprana

A diferencia de las mujeres mayores, las mujeres jóvenes generalmente no están incluidas en los programas de mamografías regulares. Por ello, la autoexploración mamaria mensual y la atención a cualquier síntoma inusual son fundamentales. 

El cáncer de mama en mujeres jóvenes puede ser menos frecuente, pero no debe pasarse por alto. Conocer los factores de riesgo y estar atenta a los cambios en el cuerpo es crucial para la detección temprana y la prevención.

Hablar con el médico sobre el historial familiar, las pruebas genéticas y los hábitos de vida puede ayudarte a tomar decisiones informadas sobre tu salud. ¡Cuídate!

 

Fuente: Sociedad Argentina de Mastología