La prevención del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y otras funciones cognitivas, puede abordarse desde el estilo de vida. Dos pilares fundamentales para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer son llevar una dieta equilibrada y mantener una rutina de ejercicio físico.
La importancia de una dieta equilibrada
Una dieta rica en antioxidantes, vitaminas, y grasas saludables es esencial para la salud cerebral. Incorporar alimentos como frutas y verduras, pescados ricos en omega-3, frutos secos y granos enteros aporta nutrientes que protegen las neuronas y mejoran la comunicación entre ellas.
Por otro lado, evitar los alimentos procesados y el exceso de azúcar también contribuye a disminuir el riesgo de inflamación y daño celular en el cerebro.
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Ejercicio físico y su impacto en la salud mental
El ejercicio no sólo es beneficioso para el cuerpo; también lo es para el cerebro. Actividades como caminar, correr, nadar o practicar yoga promueven la oxigenación cerebral, ayudan a la creación de nuevas conexiones neuronales y mejoran la memoria.
Estudios sugieren que el ejercicio regular reduce el riesgo de Alzheimer, ya que disminuye factores de riesgo como el sobrepeso y mejora la circulación sanguínea y el estado anímico.
Así que ya lo sabes, la sinergia entre una dieta balanceada y el ejercicio permite un enfoque integral en la prevención del Alzheimer. Llevar un estilo de vida saludable mejora la salud física y mental, ayudando a mantener el cerebro activo y protegido.
Si tienes dudas o requieres asesoría sobre tu dieta, consulta aun profesional de la salud.
Fuente: Alzheimers.gov