La técnica Alexander enseña a mejorar la postura y el movimiento, lo que se cree que ayuda a reducir y prevenir los problemas causados ​​por hábitos perjudiciales.

Durante una serie de lecciones, se le enseña a la persona a ser más consciente de su cuerpo, a mejorar la mala postura y a moverse de manera más eficiente.

Los profesores de la técnica Alexander creen que permite eliminar la tensión del cuerpo y aliviar problemas como el dolor de espalda, el dolor de cuello, el dolor de hombros y otros problemas musculoesqueléticos.

Los estudios sugieren que la técnica posee el potencial de mejorar ciertas condiciones de salud, pero hay algunas afirmaciones sobre la misma que no han sido probadas científicamente.

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Los principios básicos de la técnica Alexander incluyen los siguientes:

  • «La forma en la que te mueves, te sientas y te pones de pie afecta a tu funcionamiento».
  • «La relación entre la cabeza, el cuello y la columna es fundamental para tu capacidad de funcionar de forma óptima».
  • «Es necesario ser más consciente de la forma en que realizas tus actividades diarias para realizar cambios y obtener beneficios».
  • «La mente y el cuerpo trabajan juntos íntimamente como uno solo, cada uno influyendo constantemente en el otro».

Los profesores de la técnica indican que ciertas afecciones, como el dolor de espalda y otros tipos de dolor a largo plazo, suelen ser el resultado de un mal uso del cuerpo durante un largo período de tiempo, como moverse de forma ineficiente y estar de pie o sentado con el peso distribuido de manera desigual.

El objetivo de la técnica Alexander es ayudarte a «desaprender» estos malos hábitos y lograr un cuerpo equilibrado y más alineado de forma natural.

Si deseas saber más sobre esta técnica, consulta a tu médico.

 

Fuente: NHS