La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria común en el intestino humano y de animales. Aunque la mayoría de sus cepas son inofensivas y forman parte de la flora intestinal, algunas variantes pueden causar infecciones graves. Identificar una infección a tiempo es clave para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.

Aquí te explicamos los principales síntomas y señales de alerta para reconocer una infección por E. coli.

Síntomas principales de una infección por E. coli

Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero los más comunes son:

  1. Diarrea. Puede ser leve o grave, y en casos de infecciones más intensas, puede contener sangre. La diarrea es uno de los primeros signos de que la bacteria está afectando el tracto gastrointestinal.
  2. Dolor abdominal y calambres. Estos suelen ser intensos y se concentran en la zona baja del abdomen.
  3. Náuseas y vómitos. Pueden acompañar a la diarrea y el dolor, y empeorar la deshidratación.
  4. Fiebre baja o moderada. Aunque no siempre se presenta, algunos pacientes pueden experimentar fiebre debido a la infección.
  5. Cansancio y malestar general. La deshidratación y la falta de nutrientes por la diarrea y el vómito pueden causar una sensación de agotamiento.

Síntomas en infecciones graves

En casos más severos, una infección por E. coli puede derivar en complicaciones graves, como el síndrome urémico hemolítico (SUH), que puede afectar los riñones y ser potencialmente mortal. Los síntomas de una infección severa incluyen:

  • Disminución de la orina o cambios en el color de la misma (orina oscura o con sangre).
  • Palidez extrema debido a la destrucción de glóbulos rojos.
  • Moretones o sangrados sin motivo aparente.
  • Fatiga extrema y confusión.

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¿Cuándo acudir al médico?

Es recomendable buscar atención médica si:

  • La diarrea es persistente, dura más de tres días o contiene sangre.
  • Los síntomas de deshidratación (boca seca, sed extrema, mareos) son intensos.
  • Hay fiebre que no baja con el tratamiento en casa.
  • Se presentan síntomas de una infección grave, como disminución de la orina o palidez extrema.

Si sospechas de una infección por E. coli, la hidratación es clave para prevenir complicaciones. Evita los medicamentos antidiarreicos, ya que estos pueden dificultar la eliminación de la bacteria del sistema digestivo.

En caso de presentar síntomas graves, un médico podrá recomendar hospitalización y tratamiento específico para la infección y sus complicaciones.

 

Fuente: Mayo Clinic