Durante años, las grasas han sido vistas como el enemigo de una alimentación saludable. Sin embargo, no todas las grasas son perjudiciales, y algunas incluso son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Aquí te explicamos algunos mitos y realidades sobre las grasas en la dieta.
Mito 1: Todas las grasas son malas para la salud
Una de las creencias más comunes es que todas las grasas dañan la salud. La realidad es que existen distintos tipos y no todos tienen el mismo efecto en el cuerpo. Las grasas saturadas y trans, presentes en alimentos ultraprocesados, embutidos y frituras, sí pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, las grasas insaturadas, que se encuentran en alimentos como el aguacate, el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado, son beneficiosas. Estas grasas ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y a mejorar la salud cardiovascular.
Mito 2: Comer grasas causa aumento de peso
Aunque este macronutriente contiene más calorías que los carbohidratos y las proteínas, su consumo moderado no necesariamente lleva al aumento de peso. De hecho, las grasas saludables ayudan a aumentar la saciedad, evitando el hambre y los antojos entre comidas.
La clave está en consumirlas de manera equilibrada y en porciones adecuadas, integrándolas en una dieta variada y balanceada.
Mito 3: Evitar las grasas es la mejor forma de prevenir enfermedades
Eliminar por completo las grasas de la dieta no sólo es innecesario, también puede ser contraproducente. Este macronutriente es esencial para la absorción de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K, y también es fundamental para la producción de hormonas y el buen funcionamiento del cerebro.
Excluirlo puede llevar a deficiencias nutricionales y afectar la salud a largo plazo.
Mito 4: Las versiones vegetales son siempre saludables
Mientras que las grasas naturales de origen vegetal, como las del aguacate o los frutos secos, son saludables, algunos aceites vegetales refinados (como el aceite de palma) pueden contener grasas trans y afectar la salud cardiovascular.
Es importante leer las etiquetas y optar por grasas vegetales no procesadas siempre que sea posible.
Conoce más: ¿Qué es el desequilibrio de grasas saludables y cómo evitarlo?
No todas las grasas son iguales, y entender sus diferencias puede mejorar nuestra salud. Aprender a elegir y moderar las porciones, permite aprovechar sus beneficios sin comprometer el bienestar.