El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad en el que una persona no puede hablar en determinadas situaciones sociales, como con compañeros de clase en la escuela o con familiares a los que no ve muy seguido.

Por lo general, comienza durante la infancia y, si no recibe tratamiento, puede persistir hasta la edad adulta.

Un niño o un adulto con mutismo selectivo no se niega ni elige no hablar en determinados momentos, sino que literalmente no puede hablar.

Conoce más: ¿Cómo superar el miedo a hablar en público?

La expectativa de hablar con determinadas personas desencadena una respuesta de congelación con sentimientos de ansiedad y pánico, y hablar se vuelve imposible.

Con el tiempo, la persona puede aprender a anticipar las situaciones que provocan esta reacción de angustia y hacer todo lo posible por evitarlas.

No obstante, las personas con mutismo selectivo pueden hablar libremente con determinadas personas, como familiares y amigos cercanos, cuando no hay nadie más cerca que pueda desencadenar la respuesta de congelación.

El mutismo selectivo afecta a aproximadamente 1 de cada 140 niños pequeños. Es más común en niñas y niños que han emigrado recientemente de su país de nacimiento.

 

Fuente: NHS