La acromegalia es una enfermedad poco frecuente en la que el cuerpo produce demasiada hormona del crecimiento, lo que hace que los tejidos y los huesos del cuerpo crezcan más rápido.

Con el tiempo, esto provoca que las manos y los pies tengan un tamaño anormalmente grande y una amplia gama de otros síntomas.

La acromegalia generalmente se diagnostica en adultos de entre 30 y 50 años, pero puede afectar a personas de cualquier edad. Cuando se desarrolla antes del final de la pubertad, se le denomina «gigantismo».

Síntomas

La acromegalia puede provocar una amplia gama de síntomas, que tienden a desarrollarse muy lentamente con el tiempo.

Los primeros síntomas incluyen:

  • Manos y pies hinchados: puede notar un cambio en el tamaño de su anillo o de su calzado
  • Cansancio y dificultad para dormir y, a veces, apnea del sueño
  • Cambios graduales en los rasgos faciales, como el aumento del tamaño de las cejas, la mandíbula inferior y la nariz, o la mayor separación de los dientes
  • Entumecimiento y debilidad en las manos, causados ​​por un nervio comprimido (síndrome del túnel carpiano)

Los niños y adolescentes tendrán una altura anormal.

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Con el paso del tiempo, los síntomas que suelen presentarse incluyen los siguientes:

  • Manos y pies anormalmente grandes.
  • Rasgos faciales grandes y prominentes (como la nariz y los labios) y una lengua agrandada.
  • Cambios en la piel, como piel gruesa, áspera y grasosa, verrugas en la piel o sudoración excesiva.
  • Profundización de la voz como resultado del agrandamiento de los senos nasales y las cuerdas vocales.
  • Dolor en las articulaciones.
  • Cansancio y debilidad.
  • Dolores de cabeza.
  • Visión borrosa o reducida.
  • Períodos anormales en las mujeres.

Los síntomas suelen volverse más notorios a medida que la persona envejece.

Consulta a tu médico a la brevedad si crees tener acromegalia.

RECUERDA: La acromegalia a menudo puede tratarse con éxito, pero el diagnóstico y el tratamiento tempranos son cruciales para evitar que los síntomas empeoren y se reduzca la probabilidad de que se presenten complicaciones.

 

Fuente: NHS