La hidronefrosis es una condición en la que uno o ambos riñones se estiran e hinchan como resultado de una acumulación de orina en su interior.
Puede afectar a personas de cualquier edad y, en ocasiones, se detecta en los fetos durante las ecografías de rutina del embarazo. Esta se conoce como hidronefrosis prenatal.
Cabe señalar que la hidronefrosis generalmente no causa problemas a largo plazo si se diagnostica y se trata a tiempo.
Los bebés que padecen la afección podrían no requerir ningún tratamiento. Asimismo, la condición puede aumentar las probabilidades de contraer infecciones del tracto urinario (ITU).
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En casos graves que no reciben tratamiento, los riñones pueden cicatrizar, lo que a su vez podría provocar la pérdida de la función renal (insuficiencia renal).
La hidronefrosis prenatal se detecta cada vez más en los fetos durante las ecografías de rutina.
Se calcula que aparece en al menos 1 de cada 100 embarazos.
Como mamá o papá, puede ser preocupante saber que tu bebé tiene un problema en los riñones. No obstante, la mayoría de los casos de hidronefrosis en bebés no son graves y no deberían afectar el resultado del embarazo. A veces, los bebés que nacen con hidronefrosis prenatal pueden requerir tratamiento con antibióticos para prevenir infecciones renales, pero la mayoría de ellos no tendrán problemas duraderos.
Fuente: NHS