Desde hace poco tiempo, la pasta de dientes con carbón se ha convertido en una opción de moda para blanquear los dientes, uniéndose a las filas cada vez más numerosas de productos blanqueadores que llenan los estantes de las tiendas. Esta contiene carbón activado, que es un polvo fino compuesto de cáscaras de coco, madera y otras sustancias naturales oxidadas con calor. Como es abrasivo, puede ayudar a eliminar las manchas superficiales de los dientes, pero no existe evidencia de que funcione en las manchas debajo del esmalte, lo que limita su eficacia.

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Aunque el uso de carbón en los dientes es seguro en pequeñas dosis, no debes utilizar este tipo de pasta de dientes todos los días. Es simplemente demasiado abrasiva para la tarea, por lo que corres el riesgo de dañar el esmalte dental, la capa protectora externa de los dientes. La pasta de dientes con carbón puede incluso manchar los dientes de forma inadvertida cuando las partículas de carbón quedan atrapadas en pequeñas grietas de los dientes o dejan los dientes grises o negros alrededor de los bordes. Y por último, la mayoría de las pastas dentales con carbón no contienen flúor, que es la sustancia que protege los dientes contra la caries. Por ello, es mejor optar por una pasta de dientes estándar que contenga flúor en lugar de un producto más nuevo y de moda.

Fuente: Harvard Medical School