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En algún momento u otro, quizás te hayas sentido ansioso(a), intimidado(a) o avergonzado(a) por hacer ejercicio en el gimnasio.

Tal vez tengas miedo de lo que otras personas puedan pensar de tu apariencia o de tus habilidades. Tal vez no tengas idea de qué hacer o de cómo usar el equipo, y sientas que la gente te juzgará.

Tal vez te preocupe que haya demasiada gente, que haya demasiados gérmenes o que las máquinas que usas normalmente estén ocupadas. O tal vez te sientas incómodo(a) en el vestidor cambiándote la ropa junto a extraños.

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Si alguna vez te has sentido así, debes saber que no estás solo(a).

Según los expertos en el ramo, los trastornos de ansiedad son los trastornos de salud mental más comunes y afectan a casi el 30% de los adultos en algún momento. Estos sentimientos, que se definen como “anticipación de una preocupación futura”, pueden manifestarse como tensión muscular y evitación.

Por lo anterior, recuerda que el ejercicio no solo beneficia tu salud física sino también tu salud mental. Identificar los desencadenantes y aprender mecanismos de afrontamiento para la ansiedad en el gimnasio son estrategias pueden ayudarte a entrar al gimnasio con confianza, conquistar esos sentimientos negativos y cosechar los beneficios del ejercicio.

 

Fuente: Healthline

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