¿Sabías que la vitamina D puede afectar la presión arterial de varias maneras? Así lo indican los médicos expertos en nutrición.
Una de las formas principales en las que lo hace es ayudando a regular el calcio, que es crucial para la contracción y relajación de los vasos sanguíneos. Al mejorar la función vascular, la vitamina D podría ayudar a reducir la presión arterial.
Además, en las personas con obesidad, existe una inflamación crónica de bajo grado, lo que puede perjudicar la salud de los vasos sanguíneos y, en consecuencia, contribuir a la presión arterial alta.
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La vitamina D tiene propiedades antiinflamatorias conocidas que pueden ayudar a contrarrestar este efecto. Además, las personas con obesidad tienen más probabilidades de experimentar deficiencia de vitamina D ya que las células grasas pueden almacenar dicho nutriente, lo que reduce su disponibilidad para el cuerpo.
Según los especialistas, la suplementación a niveles adecuados puede ayudar a mejorar la salud vascular y reducir la presión arterial.
Asimismo, la vitamina D influye en el sistema renina-angiotensina-aldosterona, un regulador clave de la presión arterial. Los niveles adecuados de vitamina D pueden reducir la actividad de este sistema, lo que conduce a un mejor control de la presión arterial.
Fuente: Healthline