La periodontitis posee cuatro etapas. Hoy les hablaremos de las primeras dos.
Etapas I y II. Los síntomas de la periodontitis en etapa I son similares a los de la gingivitis (inflamación de las encías y la forma más común y más leve de enfermedad periodontal). Las encías se inflaman y sangran durante el cepillado. También comienzan a separarse de los dientes, creando bolsas. En ocasiones, es posible que solo notes los efectos de la enfermedad en lugar de sentir dolor.
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En una visita al dentista, ella o él puede medir estas bolsas con una herramienta especial; cuanto más profundas sean, más grave será la enfermedad periodontal. Las bolsas normales no suelen tener más de 3 milímetros (mm) de profundidad. La sonda se puede introducir a mayor profundidad entre el diente y la encía conforme avanza de la etapa I a la etapa II (y más allá). Si se permite que la enfermedad periodontal avance, el hueso alrededor de los dientes comienza a morir. Dicho proceso continúa con el tiempo, con la desaparición del hueso y las encías separándose de los dientes, exponiendo las raíces.
El tratamiento para las etapas I y II involucra un procedimiento llamado raspado y alisado radicular. Al igual que una limpieza dental, el raspado elimina el sarro y la placa de encima y debajo de la línea de las encías a las que el cepillo de dientes no puede llegar. El alisado radicular suaviza las superficies expuestas de las raíces de los dientes, eliminando bacterias y toxinas.
Fuente: Harvard Medical School