El entrenamiento de fuerza, comúnmente asociado con el desarrollo muscular, también ofrece beneficios significativos para la salud del corazón. Aunque tradicionalmente el ejercicio aeróbico ha sido el foco de la prevención cardiovascular, investigaciones recientes destacan que los ejercicios de resistencia pueden reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
¿Cómo ayuda el entrenamiento de fuerza al corazón?
- Mejora de la presión arterial. Este tipo de ejercicio puede ayudar a reducir la presión arterial en reposo al fortalecer los vasos sanguíneos y mejorar la circulación.
- Reducción de la grasa corporal. El entrenamiento de fuerza contribuye al aumento del metabolismo basal, facilitando la pérdida de grasa, especialmente la abdominal, que está vinculada al riesgo cardiovascular.
- Control de glucosa. Ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que es esencial para prevenir diabetes, un factor de riesgo clave para las enfermedades cardíacas.
- Disminución de la inflamación. El fortalecimiento muscular reduce los niveles de marcadores inflamatorios relacionados con el desarrollo de aterosclerosis.
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¿Quién puede practicarlo?
El entrenamiento de fuerza es beneficioso para personas de todas las edades, incluso para quienes ya tienen factores de riesgo cardiovascular o enfermedades cardíacas, siempre y cuando se realice bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Ejercicios recomendados
- Ejercicios con peso corporal. Sentadillas, flexiones y planchas son ideales para principiantes.
- Pesas libres. Mancuernas y barras permiten trabajar grupos musculares específicos.
- Bandas de resistencia. Son una alternativa efectiva y de bajo impacto.
Se recomienda realizar dos o tres sesiones por semana, combinándolas con ejercicio aeróbico para maximizar los beneficios cardiovasculares.
Precauciones
Quienes tienen problemas cardíacos deben consultar a un médico antes de iniciar un programa de entrenamiento. Es fundamental empezar con ejercicios de baja intensidad y progresar gradualmente para evitar esfuerzos excesivos.
Así que ya lo sabes, el entrenamiento de fuerza no sólo mejora la calidad de vida, también se consolida como una herramienta eficaz para prevenir y combatir enfermedades cardíacas. ¡Actívate!
Fuente: American Heart Association