Si padeces artritis, no debes permitir que el dolor te impida mantenerte físicamente activo(a). Cuando la artritis hace que el movimiento sea doloroso, es natural tratar de evitarlo. No obstante, si mantienes una articulación artrítica doblada en lugar de moverla a través de su rango de movimiento, permites que los músculos se pongan rígidos en esa posición. Con el tiempo, los músculos en realidad se acortan, lo que reduce el rango de movimiento. Esto puede conducir a un conjunto de otros problemas, incluyendo un aumento de peso, dificultad para caminar y falta de equilibrio.
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Una rutina de estiramiento regular puede ayudarte a evitar dicho círculo vicioso. Los médicos y fisioterapeutas suelen recetar estiramientos como parte de un plan de tratamiento para ayudar a mantener o recuperar habilidades y aliviar el malestar. Los estiramientos también pueden ayudar a mejorar el rango de movimiento en personas con artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria crónica.
Con base en lo anterior, si tienes artritis, es mejor hablar con tu médico antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, incluida una rutina de estiramiento.
Fuente: Harvard Medical School