La razón principal por la que es importante reconocer una posible conmoción cerebral en un niño de manera temprana es lo siguiente: lo peor que puede ocurrir después de sufrir dicha conmoción es sufrir otra. El cerebro es vulnerable después de una conmoción cerebral; si se lesiona de nuevo, los síntomas pueden durar más tiempo, o incluso ser permanentes, como en los casos de encefalopatía traumática crónica (ETC), una afección que se ha observado en jugadores de fútbol americano y en otras personas que han sufrido lesiones repetidas en la cabeza.
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Si existe la posibilidad de que un niño haya sufrido una conmoción cerebral durante una competencia deportiva, debe dejar de jugar de inmediato y recibir atención médica a la brevedad. Es importante recibir atención médica siempre que exista la preocupación de una posible conmoción cerebral, tanto para asegurarse de que no haya una lesión cerebral más grave como para realizar una buena evaluación de los síntomas, de modo que se puedan controlar con el tiempo. Existen algunos cuestionarios de detección que utilizan los médicos y que se pueden volver a utilizar en los días y semanas posteriores a la conmoción cerebral, para determinar cómo está mejorando el niño.
Fuente: Harvard Medical School
