La lectura de la báscula podría no siempre reflejar con precisión tu progreso en cuanto a la pérdida de peso, pues no puede detectar los cambios en tu composición corporal.
Más que perder peso, tu objetivo primario debe ser perder grasa. Si haces ejercicio con regularidad, podrías estar desarrollando músculo, el cual es más denso que la grasa y ocupa menos espacio en tu cuerpo.
Por lo tanto, si la báscula no se mueve, podrías estar desarrollando músculo y perdiendo grasa, manteniendo un peso estable.
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Sumado a lo anterior, podrías estar reteniendo líquidos por diversas razones, incluyendo tus hábitos alimenticios. Sin embargo, la razón más común son los cambios en los niveles hormonales que afectan el equilibrio hídrico, sobre todo en las mujeres.
Puedes perder peso líquido incrementando tu consumo de potasio, controlando tu ingesta de sal, tomando suplementos de magnesio, bebiendo café o té y disminuyendo tu consumo de carbohidratos, por mencionar algunas estrategias.
Fuente: Healthline