Cuando se habla de percepción de profundidad, se hace referencia a la capacidad de los ojos para calcular la distancia entre dos objetos.
Ambos ojos perciben el mismo objeto de forma ligeramente distinta y desde ángulos ligeramente diferentes, pero el cerebro puede fusionar las dos imágenes en una sola imagen 3D. Este proceso también se conoce como estereopsis.
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Diversos factores pueden contribuir a los problemas con la percepción de profundidad. Algunos de los más comunes incluyen los siguientes:
- Estrabismo: una afección que se produce cuando los ojos no están correctamente alineados.
- Ambliopía: cuando el cerebro favorece un ojo sobre el otro, lo que resulta en que un ojo no siga correctamente la trayectoria.
- Problemas nerviosos: si el nervio óptico está inflamado o hinchado, podría afectar la visión e interferir con la percepción de profundidad.
- Traumatismo en uno de los ojos: si uno de los ojos se ha lesionado, es posible que ya no pueda ver lo suficientemente bien como para tener una buena percepción de profundidad.
- Visión borrosa: existen docenas de causas potenciales de visión borrosa, desde abrasiones corneales y glaucoma hasta retinopatía diabética y miopía.
Fuente: Healthline