Uno de los aspectos más importantes para combatir los síntomas del autismo de forma más eficaz es la detección temprana del padecimiento, es por eso que tanto los padres de familia como los especialistas en el área deben observar de forma adecuada los síntomas que presentan los niños desde temprana edad.
Un estudio realizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria determinó que en el 79 por ciento de los casos fueron los familiares los que descubrieron signos temprano de autismo, seguido por profesionales de la educación con 15 por ciento y profesionales de la salud con 6 por ciento. El 69 por ciento de los niños recibieron un primer diagnóstico en los primeros tres años de vida del paciente y el 32 por ciento antes de los dos años. El tiempo promedio de diagnóstico se situó en los 16 meses.
Para este estudio se realizaron 72 cuestionarios para familias de personas que viven con autismo y se aplicó un análisis descriptivo de frecuencias por medio del programa estadístico SPSS Statistics 19.
Este estudio pone de manifiesto la necesidad de la Atención Primaria (AP), ya que es un nivel de acceso a asistencia sanitaria y prevención médica, además los encargados de la AP son los primeros que deben llevar a cabo la detección temprana de algún tipo de trastorno en el desarrollo. De hecho la Academia Americana de Pediatría apunta que se recomienda la vigilancia de niños sanos a los 9, 18, 24 y 30 meses de edad.
Entre los síntomas tempranos más observados se encontraron: comportamientos repetitivos (17 por ciento), ausencia o retraso del lenguaje (14 por ciento), dificultades socioemocionales (12 por ciento), mirada alterada (9 por ciento), conducta problemática y falta de atención (8 por ciento cada uno).
En el 40 por ciento de los casos las primeras sospechas de autismo ocurrieron entre los 12 y 18 meses de edad, mientras que en el 18 por ciento fue entre los 19 y 24 meses, entre los 2 y 3 años se presentaron síntomas en un 23 por ciento de los casos, antes de los 12 meses en un 9 por ciento y en el 10 por ciento se presentaron signos en el 10 por ciento.
El especialista más socorrido una vez presentados los síntomas fue el pediatra con un 65 por ciento, seguido de psicólogos y logopedas con 27 por ciento y otros profesionales de la salud con 8 por ciento.
Una detección temprana ayuda al niño con autismo a un óptimo y sano desarrollo, además de que mejora notablemente su calidad de vida.
Vía: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria