Las mujeres que se encuentran en la menopausia por lo general tienen una alta prevalencia de presión arterial alta y frecuentemente pueden tener endurecimiento de las arterias, resultando esto en un aumento en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Un estudio reciente sugiere que un consumo diario de moras azules podría reducir la presión arterial y el endurecimiento de las arterias.
Las moras azules contienen flavonoides que son unos poderosos componentes que contienen antocianina, ambos son antioxidantes que aumentan la producción de óxido nítrico en los vasos sanguíneos, que ayudan a bajar la presión arterial.
El estudio de la Universidad de Yale incluyó a 48 mujeres que viven con menopausia y que padecen presión arterial alta en diferentes estados. De forma aleatoria se les dividió en dos grupos, al primero se le proporcionaron 22 gramos diarios de una fórmula en polvo de moras azules congeladas y deshidratadas para comer por 8 semanas, al segundo grupo se le dieron 22 gramos de una fórmula en polvo sin contenido de moras azules. A todas se les midió su presión arterial, el estado de sus arterias y se les aplicaron diferentes pruebas de marcadores sanguíneos.
Durante las ocho semanas las mujeres llevaron una rutina normal de dieta y ejercicio.
Al finalizar el estudio las mujeres que tomaron la fórmula en polvo con moras azules vieron reducida su presión arterial sistólica (presión dentro de la arteria cuando el corazón se contrae) en un 5.1 por ciento, además de una disminución de la presión arterial diastólica (cuando el corazón se encuentra en reposo) en un 6.3 por ciento, también se encontró que las mujeres que bebieron la fórmula con moras azules redujeron en 6.5 por ciento el endurecimiento arterial y el óxido nítrico en la sangre aumentó en un 68.5 por ciento.
A decir de los especialistas los cambios en la dieta pueden tener un papel importante en la reducción del riesgo de padecer enfermedades del corazón, es por eso que se deben hacer pequeños cambios en la dieta como evitar las comidas fritas y aumentar el número de frutas y vegetales.
Vía: Universidad de Yale