La cantidad de personas mayores en España se está incrementando. Por ende, la mejora en la atención a los adultos mayores se ha transformado en una de las metas de los sistemas de atención de salud.
Ante esta situación, la actividad física se está reconociendo como un factor que protege las funciones cognitivas en el envejecimiento, constituyendo una estrategia psicosocial efectiva en este ámbito para los adultos mayores.
Para llegar a esta afirmación, se revisaron 31 estudios relacionados a esta temática. Posteriormente, se analizó la incidencia del ejercicio físico en la prevención de las funciones cognitivas en ancianos sanos y en la manutención o mejora del deterioro cognitivo en adultos mayores que padecen de este mal precozmente.
El análisis de las investigaciones determinó que mientras más actividad física, existe una notable reducción de la mengua cognitiva durante la vejez.
Por estos motivos, se puede concluir que el ejercicio es una estrategia psicosocial prometedora para los adultos mayores, tengan o no este deterioro cognitivo. No obstante, es necesario llevar a cabo más investigaciones experimentales y establecer una homogeneidad en los instrumentos de evaluación.
Asimismo, también se necesita un estudio más profundo de la comodidad en la frecuencia y la intensidad de la actividad física.