Adicciones, Cáncer, Corazón, Diabetes
Según cifras del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el 15.9% de la población mexicana consume tabaco, porcentaje que se traduce en 10.9 millones de personas.
El tabaquismo se considera la enfermedad no transmisible número uno a nivel mundial. El consumo de tabaco no solo se asocia con enfermedades respiratorias, sino también con otros padecimientos que, en total, llevan a la muerte a más de 100 mexicanos por día.
Asimismo, las tres principales causas de muerte en México: enfermedades del corazón, diabetes y cáncer; están relacionadas con el consumo de tabaco. Ante esto, podría decirse que una gran parte de los decesos en la población mexicana se deben a la adicción al tabaco.
Además de los problemas señalados, otras consecuencias físicas del consumo reiterado de tabaco son: disfunción eréctil, menopausia temprana, algunos casos de esterilidad o concepción retardada, resequedad de la piel, arrugas prematuras y pérdida de piezas dentales.
Por otro lado, los fumadores pasivos, aquellos que se ven expuestos involuntariamente al humo de tabaco, pueden sufrir diversos daños, como: cáncer pulmonar, enfermedades cerebro-vasculares, asma, padecimientos respiratorios y problemas de oído.
Con el objetivo de tratar las consecuencias del tabaquismo, el Sistema Nacional de Salud invierte más de 60 mil millones de pesos anualmente para combatirlo.
Como cualquier adicción, dejar el tabaco puede resultar bastante difícil, sobre todo si la persona fumadora está actuando por cuenta propia. Existen muchas maneras para dejar de fumar y muchos recursos que son útiles para esta población, entre ellos:
- Los miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo pueden servir de apoyo o estímulo.
- Hablar con el médico sobre la terapia de reemplazo de nicotina y los medicamentos actuales para dejar de fumar.
- Si la persona se une a programas para dejar de fumar, tendrá muchas más probabilidades de éxito. Dichos programas se ofrecen en los hospitales públicos y privados, los nosocomios y clínicas pertenecientes a la Secretaría de Salud, los centros comunitarios y los lugares de trabajo.
Vía: El Universal, National Library of Medicine