¿Piensas que Brad Pitt es tan guapo como George Clooney? ¿O que Angelina Jolie es más bella que Scarlett Johansson?¿Por qué sí o por qué no? Un nuevo estudio del Hospital General de Massachusetts y de la Universidad de Harvard, EU, sugiere que tu elección será en gran medida influenciada por tu experiencia personal.
Los investigadores apuntan que algunos aspectos de la atracción son comunes y pueden incluso ser programados en tus genes. Por ejemplo, casi todo el mundo prefiere los rostros simétricos.
Pero más allá de unas pocas preferencias compartidas, las personas tienen definiciones muy amplias de lo que es ser atractivo o atractiva, señalaron los autores del estudio publicado en la revista Current Biology.
Los investigadores evaluaron las preferencias faciales de más de 35,000 personas que realizaron una prueba a través de internet. Posteriormente, se les pidió a 547 pares de gemelos idénticos y a 214 pares de gemelos no idénticos del mismo sexo, que evaluaran el atractivo de 200 caras. Usar gemelos idénticos y no idénticos permitió a los investigadores estimar el grado en que los genes y los factores ambientales influyeron en las preferencias.
Con ello, encontraron que las preferencias estéticas de un individuo para ciertos rostros coincidieron en un 50 por ciento, y no coincidieron en 50 por ciento con los demás. Lo anterior encaja con la intuición común de que, por un lado, las modelos de moda pueden hacer una fortuna con su buena apariencia, mientras que por otro, los amigos pueden debatir interminablemente sobre quién es atractiva y quién no lo es, apuntaron los especialistas.
Laura Germine, autora del estudio, destacó que «los tipos de entornos que son importantes no son aquellos que son compartidos por quienes crecen en la misma familia, pero son mucho más sutiles e individuales, potencialmente incluyendo cosas tales como las propias experiencias únicas y altamente personales con los amigos o compañeros, así como los medios sociales y populares«.
Los hallazgos podrían ayudar a mejorar la comprensión de la evolución social humana. El siguiente paso es identificar los factores ambientales que desempeñan el papel más fuerte en la configuración de las preferencias faciales, agregaron los investigadores.
Vía: Health Library
