Científicos de la Clínica Mayo recibieron 6.8 millones de dólares a través de un subsidio federal de cinco años, otorgado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, con el cual desarrollarán dispositivos inteligentes que rastrearán y tratarán la actividad cerebral anómala en quienes padecen epilepsia. El subsidio forma parte de una iniciativa del gobierno norteamericano dirigida a revolucionar el conocimiento sobre el cerebro humano que ha sido nombrada “Investigación del cerebro mediante el avance de neurotecnologías innovadoras” o Iniciativa BRAIN.
La epilepsia afecta a 60 millones de personas en todo el mundo. Cerca del 33 por ciento de las personas con epilepsia sigue presentando convulsiones, a pesar de que toman sus medicamentos a diario. Las convulsiones son la marca distintiva de la epilepsia y consisten en eventos repentinos que abaten al paciente sin advertencia alguna. El objetivo de la investigación es desarrollar un dispositivo implantable que pueda registrar continuamente la actividad cerebral, a fin de predecir una convulsión próxima y estimular en tiempo real a las regiones cerebrales para que no se manifieste.
“Las personas con epilepsia viven en constante temor porque las convulsiones pueden abatirlas inesperadamente. Esa incertidumbre repercute gravemente sobre su calidad de vida”, comentó el doctor Gregory Worrell, neurólogo de la Clínica Mayo a cargo del Laboratorio para Sistemas de Electrofisiología e investigador principal del subsidio BRAIN.
“Por lo general, estos paciente sólo tienen convulsiones durante un porcentaje pequeño de su vida, pero deben tomar medicamentos a diario debido a la naturaleza inesperada de las convulsiones. El objetivo es lograr predecir confiablemente la ocurrencia de una convulsión. La nueva tecnología, junto al gran análisis de los datos, también servirá para estimular eficazmente al cerebro a fin de prevenir convulsiones, incluso antes de que ocurran”, agregó Worrell.
El subsidio es un esfuerzo conjunto entre investigadores académicos e industriales. El premio consiste en la asignación de 1.4 millones de dólares anuales hasta por cinco años para sustentar un equipo pluridisciplinario de neurólogos, científicos e ingenieros.
Vía: Clínica Mayo