El sonambulismo pone en riesgo a las personas que lo padecen, ya que pueden dañarse a sí mismas. Un ejemplo de esto es cuando suben o bajan escaleras o tratan de utilizar una herramienta potencialmente peligrosa, dígase una estufa o cuchillo mientras sufren uno de sus episodios.
Ahora, un nuevo estudio afirma que las personas sonámbulas no perciben el dolor al momento de infligirse un daño, sino únicamente cuando se despiertan. La investigación halló que quienes padecen sonambulismo son casi 4 veces más propensos a sufrir dolores de cabeza y tienen 10 veces más probabilidades de sufrir migrañas mientras están despiertos.
Los resultados, publicados en la revista Sleep, se obtuvieron tras ajustar posibles factores de confusión, tales como el insomnio y la depresión.
Otro dato importante fue que entre los individuos con al menos un episodio de sonambulismo con lesión, el 79 por ciento no percibió ningún dolor durante el episodio, por lo que permanecieron dormidos a pesar del daño.
«Nuestro resultado más sorprendente ha sido la falta de percepción del dolor durante los episodios de sonambulismo», destacó Regis López, psiquiatra y especialista en medicina del sueño del Hospital Gui-de-Chauliac en Montpellier, Francia, e investigador principal del estudio. «Presentamos aquí, por primera vez, un fenómeno asociado al sonambulismo: la analgesia».
Para la investigación, López y su equipo reclutaron a 100 sujetos sanos y 100 pacientes diagnosticados con sonambulismo. De estos últimos, 55 eran hombres y 45 mujeres.
La edad promedio de los participantes fue de 30 años, quienes se quejaban de dolor de cabeza durante el día. Por lo anterior, fueron sometidos a evaluación médica y se les pidió contestaran cuestionarios sobre la frecuencia de dicho dolor en la actualidad y durante toda su vida.
47 pacientes con sonambulismo del grupo de estudio indicaron haber experimentado al menos un episodio de sonambulismo perjudicial. Solo 10 despertaron de inmediato a causa del dolor, mientras los otros 37 no percibieron dolor alguno durante el episodio, pero sí más tarde durante la noche o por la mañana.
Esto a pesar de que algunos de los accidentes propiciaron fracturas y contusiones severas. Por ejemplo, un paciente sufrió fracturas graves después de caer por la ventana de un tercer piso, pero aseguró no haber sentido dolor hasta que se despertó. Otro paciente se rompió una pierna durante un episodio de sonambulismo en el que subió a la azotea de su casa y cayó al suelo, pero sin sentir dolor, y no se despertó hasta la mañana siguiente.
«Nuestros resultados pueden ayudar a comprender los mecanismos de los episodios de sonambulismo», enfatizó López. «Nuestra hipótesis es que un estado disociado de excitación puede modificar los componentes de la conducta de sueño-vigilia, la conciencia, y también la percepción del dolor», finalizó.
Vía: Agencia ID