AlimentAcción, Obesidad y nutrición
Si estás alimentando a tu hijo con una dieta vegetariana, asegúrate de que él o ella esté recibiendo nutrientes esenciales suficientes.
La Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos apunta que la dieta del niño debe incluir:
- Vitamina B12, que se encuentra en los huevos y la leche. Si el niño está en una dieta estrictamente vegetariana, los productos de soya fortificados y los cereales también fortificados son buenas fuentes.
- Vitamina D y calcio, que se encuentran en la leche y los productos lácteos fortificados, como el queso y el yogur.
- Hierro, que se encuentra en los suplementos diarios y en los cereales fortificados.
- Proteína, que se encuentra en los frijoles, cereales fortificados y leche de soya. El yogur y los huevos también son buenas opciones.
- Fibra, que se encuentra en los panes, pastas y cereales fortificados y de grano entero, así como en los aguacates, nueces y semillas.
La Academia Americana de Pediatría asegura que las dietas vegetarianas, lacto-vegetarianas (las que incluyen leche) y ovo-lacto-vegetarianas (las que permiten leche y huevo además de los vegetales) cubren las necesidades tanto de los bebés como de los niños mayores y adolescentes, promoviendo un crecimiento normal siempre que estén bien diseñadas.
Lo importante es que los niños lleven una dieta variada y equilibrada, coman carne y pescado o no.
Cuando los bebés vegetarianos reciben cantidades adecuadas de leche materna o de fórmula y sus dietas contienen buenas fuentes de energía y nutrientes como hierro, vitamina B12 y vitamina D, el crecimiento a lo largo de la infancia es normal.
Sin embargo, las dietas vegetarianas que no están indicadas por razones médicas deben evitarse en los niños en etapas de crecimiento.
Si se decide iniciar alguna de estas dietas debe consultarse al pediatra y nutriólogo para conocer las opciones, balancearlas y complementarlas con los nutrientes que la dieta restrinja.
Vía: HealthDay News, Academia Americana de Pediatría
