Una nueva investigación publicada en la revista Nature señala que la mayoría de los casos de cáncer ocurre debido a factores externos que pueden evitarse, como son los productos tóxicos y la radiación, y no únicamente por una división defectuosa de las células madre que se va acumulando (la cual produce mutaciones genéticas), como se sugería en otros estudios sobre cáncer que se han realizado.
Los trabajos previos habían establecido que las diferencias en los procesos celulares propios de cada persona, actuaban como la causa principal de que algunos tejidos se volvieran cancerosos de forma más frecuente que otros; a esto se le conoce como factores intrínsecos que dan origen a cáncer.
No obstante, Yusuf Hannun, autor del estudio y especialista en cáncer de la Universidad de Stony Brook, en Nueva York, EU, junto con sus colegas, han demostrado que la división de las células madre intrínsecas solo contribuye un poco al desarrollo de cáncer, y que más bien su grado varía por la acción de factores externos (o extrínsecos).
Los científicos se cuestionaron sobre qué es lo que ocurre si las exposiciones ambientales afectan la división de las células madre, o cómo lo hace la radiación. Para responder estas interrogantes, estudiaron otras evidencias para determinar la manera en la que contribuyen los factores ambientales a elevar el riesgo de cáncer.
Esto incluyó el análisis de datos epidemiológicos (seguimiento de las causas y factores que dan origen a la enfermedad), hallando así, por ejemplo, que las personas que viven en regiones donde el riesgo de cáncer es menor y después emigran a otras donde existe un mayor riesgo, pronto desarrollan la enfermedad a una velocidad acorde con sus nuevos hogares.
Asimismo, examinaron los patrones de las mutaciones vinculadas con ciertos tipos de cáncer (por ejemplo, la luz ultravioleta tiende a crear una importante firma de mutaciones en el ADN), y utilizaron modelos matemáticos para ampliar la información existente sobre los cánceres que se presentan con mayor frecuencia.
Los nuevos modelos revelaron que las mutaciones durante la división celular rara vez se acumulan hasta el punto de producir cáncer, incluso en tejidos con tasas relativamente altas de división celular.
En la mayoría de los casos, el equipo descubrió que se requería de cierta exposición a agentes carcinógenos u otros factores ambientales para desencadenar la enfermedad.
Su objetivo fue tratar de establecer la razón por la cual algunos tipos de cáncer son más frecuentes que otros, y encontraron que todo tipo de sustancias tóxicas favorecen la aparición y desarrollo de la condición.
Para recalcarlo, citaron el caso del cáncer de pulmón, asegurando que si una persona no fuma o deja de fumar las probabilidades de vida y de salud se incrementan sustancialmente, ya que sus pulmones se aíslan de todas las sustancias tóxicas que contiene un cigarro.
Vía: Notimex, Nature