Durante años, los expertos han predicado el evangelio de comer grasas «saludables» y limitar las grasas «no saludables». Ahora, un nuevo estudio afirma que si la gente de todo el mundo empezara a comer más grasas saludables, podría haber una reducción de hasta un millón de muertes por enfermedades del corazón cada año.
Aunque una gran parte de la atención se ha centrado en disminuir las grasas saturadas de la dieta, los investigadores aseguraron que el enfoque debe ser doble: la reducción de las grasas no saludables, como las grasas saturadas y las grasas trans, y su sustitución por grasas saludables, como las grasas poliinsaturadas.
«Nuestros resultados destacan la importancia de poner fin al temor de la población a todas las grasas. Se estima que cerca de 50,000 estadounidenses mueren de enfermedades del corazón cada año debido a la baja ingesta de aceites vegetales», afirmó el doctor Dariush Mozaffarian, autor principal del estudio y decano de la Escuela Tufts Friedman de Ciencias de la Nutrición y Política en Boston, EU.
No obstante, aunque el estudio encontró una asociación entre el riesgo de muerte por enfermedades del corazón y los tipos de grasas que se consumen, no resultó ser de causa y efecto.
El estudio fue publicado en la revista de la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés).
Las grasas poliinsaturadas se encuentran en los pescados grasos (como el salmón, el arenque, la caballa y la trucha), la soya, el queso de soya, el aceite de soya, el aceite de maíz, el aceite de girasol y las semillas y nueces. Estas grasas ayudan a reducir el colesterol malo, y se han relacionado con un menor riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular, según la AHA.
Las grasas saturadas se encuentran en la carne y los productos lácteos. Las grasas trans se encuentran en los alimentos procesados, fritos y horneados, añadió la AHA.
Para estimar el número de muertes relacionadas con diversos patrones de consumo de grasas, Mozaffarian y su equipo utilizaron información sobre la dieta de 186 países. Buscaron investigaciones de estudios previos que dieron seguimiento a personas durante largos periodos de tiempo, a fin de observar cómo el comer ciertas grasas afecta el riesgo de enfermedades del corazón. Gracias a un estudio de 2010, se pudo obtener información sobre la tasa de muerte.
Usando todos estos datos, los investigadores calcularon que más de 700,000 muertes en el mundo cada año, o alrededor del 10 por ciento de las muertes por enfermedades del corazón, se debieron al extremadamente bajo consumo de grasas poliinsaturadas omega-6 saludables, a diferencia de las grasas saturadas y los carbohidratos refinados.
Comer demasiadas grasas saturadas en vez de grasas más saludables representó aproximadamente el 4 por ciento de las muertes por enfermedades del corazón – cerca de 250,000 muertes que podrían prevenirse con una disminución de la ingesta de grasas saturadas. Además, se estima que alrededor del 8 por ciento de las muertes por enfermedades del corazón se debe a un exceso de grasas trans, refirieron los investigadores. Lo anterior significa que diminuir el consumo de grasas trans puede resultar en casi 537,000 muertes menos por enfermedades del corazón, calculó el estudio.
Los residentes de diferentes países informaron sobre distintos patrones de consumo de grasas. Por ejemplo, las muertes por grasas trans están disminuyendo en los países occidentales, pues la grasa no saludable está atrayendo más atención. Sin embargo, Estados Unidos y Canadá todavía se hallan entre las cuatro primeras naciones donde las muertes por enfermedades cardiacas se atribuyen a la ingesta de grasas trans, subrayó el estudio.
Los residentes de Rusia, Alemania y Egipto mostraron las tasas más altas de muerte por enfermedad cardiaca debido a la baja ingesta de grasas poliinsaturadas saludables. Los residentes de las Filipinas, Malasia y las naciones tropicales tuvieron la mayor tasa de mortalidad por enfermedades del corazón debida a comer demasiada grasa saturada, enfatizaron los investigadores.
El nuevo estudio sale a la luz en un momento ideal – enero, dijo la doctora Suzanne Steinbaum, cardióloga y directora de Salud de la Mujer del Corazón en el Hospital Lenox Hill, en Nueva York. la especialista revisó los resultados. «La dieta está en la mente de todos», apuntó.
El nuevo estudio muestra que «la reducción de las grasas saturadas en realidad hace la diferencia», dijo Steinbaum. Y añadió «que proporciona una comprensión del enorme impacto que la alimentación tiene sobre las enfermedades del corazón».
Steinbaum planea citar el estudio con sus pacientes que acudan a consulta y que digan que este es el año en que van a perder su exceso de peso. «Para lo que voy a usarlo es para decir, ‘Mira esto, esto ocurre alrededor del mundo'», comentó, haciendo referencia al salvamento de 1 millón de vidas anualmente por consumir grasas saludables.
«Voy a utilizarlo como una herramienta poderosa para cambiar el comportamiento», concluyó.
Vía: HealthDay News