Obesidad y nutrición, Salud Mental
Un estudio reciente publicado en la revista Archives of Disease in Childhood dio a conocer que los niños en edad preescolar que tienen papás con depresión y/o ansiedad pueden ser más propensos a ser algo quisquillosos al momento de comer.
El ser quisquilloso al comer, es decir, alguien que se niega con frecuencia a comer ciertos alimentos, es una característica común entre los niños y es una causa frecuente de preocupación entre los padres. Se le ha relacionado con estreñimiento, problemas de peso y problemas de comportamiento en los niños, según los expertos.
Los autores del estudio analizaron a más de 4,700 madres y 4,100 padres en los Países Bajos junto con sus hijos, que nacieron entre 2002 y 2006. De acuerdo con los resultados, cerca del 30 por ciento de los niños fueron considerados algo quisquillosos a los 3 años.
Los niños fueron más propensos a ser algo quisquillosos a los 4 años si sus mamás tuvieron ansiedad durante el embarazo, y cuando su hijo o hija tenía 3 años de edad. La ansiedad de los papás (hombres) con niños en edad preescolar también mostró un efecto similar en sus hijos, dijeron los investigadores.
Los especialistas además encontraron que la depresión entre los padres y madres durante el embarazo, y cuando el niño alcanzó los 3 años, tuvo que ver con un mayor riesgo de que el pequeño fuera exigente con la comida a los 4 años.
Los autores dijeron que su estudio proporciona nueva información importante para los médicos.
«Los médicos deben estar conscientes de que no solo la ansiedad y la depresión severa, sino también las formas más leves de internalización de los problemas pueden afectar la conducta alimentaria infantil», dijo Lisanne de Barse, del Centro Médico Erasmus MC de la Universidad de Rotterdam, en Holanda.
Aunque el estudio encontró una asociación entre la ansiedad y la depresión de los papás y los hábitos alimenticios de sus hijos, no fue diseñado para probar una relación directa de causa y efecto.
Sin embargo, el estudio demuestra que si eres papá o mamá con hijos no debes guardarte tus problemas, pues así fomentarás en tus pequeños una alimentación adecuada (entre muchas otras cosas positivas más), pues esa ansiedad o depresión la observan y se las transmites. Primero que nada, debes combatir por ti mismo(a) estas emociones; y si no te es posible hacerlo, acude a la brevedad con una especialista para que te evalúe y recomiende un tratamiento adecuado para tu situación particular.
Vía: Health Library